Cecicilia habla por quejidos, tira del pelo, resiente y pide silencio:
Un ruido de pasos en la biblioteca, una luz inesperada.
No es más que un animal de ocho patas sobre la estantería
trasportando el destino por tierras ignotas.
Atonement
(las cosas que no son verdad nos pueden hacer, también, infelices)
Creo que esta escena de Expiación ha pasado a formar parte del imaginario colectivo de toda una generación. Son muchos y muchas quienes han empezado a mirar con new eyes las estanterías y las bibliotecas ;)
ResponderEliminarTus palabras me llenan de una tristeza very dominguera. Intuyo gaviotas que vuelan presagiando una tormenta. No te pregunto por ellas, porque sé que no me las describirías.
Es difícil encontrar el punto entre sana (y necesaria) fantasía y realismo. Siempre he sentido que ambas tiraban de mi en dos direcciones distintas. Me desequilibra esa presión que noto en la cintura, como si tuviera que elegir forzosamente entre dos partes de mi ser.
Me revienta admitirlo, pero a mi carácter soñador, las inyecciones de realismo, suelen sentarle bien.
Mi Yoda dice que cuando perdemos una ilusión, ganamos una verdad...
K s ss ***
y felices :)
ResponderEliminarqué bien que hayas vuelto!